lyrics
Crepúsculo impávido de largos ayeres,
aquí tu carne, aquí tu ofrenda,
aquí tu sangre teñida de largas sombras,
esclavo eterno de tu horizonte inalcanzable.
Manto de noche, adicto a tus estrellas,
tierra infértil que clama por ser zanjada,
suaves campos de margaritas, adictos a tu sol,
al calor dorado de tus atardeceres.
Al cenit tus estrellas observan altivas
el suspirar de este espíritu mundano.
Malditas las sombras proyectadas desde tu altar,
aquellas que profanan tus dorados rincones,
aquellas que trastornan los sentidos encadenados,
aquellas que persiguen las almas atormentadas.
Maldito sea aquel cielo que reina sobre el tiempo,
y aquellos espejismos que infectan las almas mortales,
maldita sea la sed insaciable
que por tu luz colma a mi boca miserable.
En cada sombra se esconden tus fantasmas,
eternos verdugos de mi piel diáfana,
adicta al calor dorado de tus caricias,
adicta al frío azote de sus flagelos.
Infausta penumbra domina mi zozobra,
a su merced está mi alma cautiva,
atada a este purgatorio ululante,
en este fantasma donde no reina ni noche ni día.
Tus sombras me arrastran por aquellos abismos ignotos,
y tus fantasmas me intoxican con el deseo.
credits
license
all rights reserved